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FIDEL PÉREZ DE EULATE ARÍÑEZ

El día del Agua de San Gregorio, por San Isidro, se bendecían los campos y se iba en procesión con agua bendita. Santa Águeda era un día para los mozos y se decía que era un “día de locos”. Por la mañana se llevaba la Santa por todas las puertas, cantando con un acordeón y pidiendo, chorizos y huevos, para hacer una cena. Recuerda la canción que se cantaba por Lardero, que decía: “Jueves de Lardero, viernes de la Cruz, sábado de Pascua, resucitó Jesús. Angelitos somos, del cielo venimos, alforjas traemos para Jesucristo, que viene en el camino con agua rosada, y la mujer de esta casa, ¡buena tajada!”. En San Juan se celebraban las fiestas que anteriormente eran por la Virgen de Agosto y luego, con la llegada de la maquinaria agrícola, se volvieron a poner en agosto.